Verdades sobre los Quemadores de Grasa Corporal





Hay cientos, quizás miles de productos nutricionales en el mercado que prometen al consumidor desinformado la pérdida de grasa más rápido y fácil. La verdad es que la gran mayoría de estos productos no quema nada excepto su dinero. Los pocos productos que realmente ayudan en la reducción de grasa y perdida de peso pueden ser muy peligrosos, incluso mortales! Sin embargo, la mayoría de las personas no se toma el tiempo para investigar la eficacia y seguridad de un producto antes de subirse al carro de la solución rápida. Echemos un vistazo a la seguridad y la eficacia de algunos de estos productos ergogénicos utilizados para ayudar en la pérdida de grasa. L-carnitine, cafeína, efedrina y dietas bajas en carbohidratos/alta en proteína se revisarán en este artículo.

L-Carnitine: Desempeña un papel clave en la movilización de grasa corporal para combustible en el cuerpo. Es por ello que se ha popularizado como un suplemento dietético. La teoría es que mientras más L-Carnitine se ingiere, más grasa quemará su cuerpo. A los atletas les encanta debido a una mayor dependencia de la grasa como fuente de energía, adicionando preciosos carbohidratos que mejoraran la condición aeróbica. Varios estudios recientes no han demostrado que tanto en los atletas como en los individuos moderadamente entrenados, el suplemento  L-Carnitine tenga algún efecto en el metabolismo de carbohidratos o grasa ya sea estando en reposo o durante ejercicios en individuos sanos. (1) A pesar del uso del L-Carnitine en miles de productos para perder peso, no ayuda en alguna manera en la quema de grasa o pérdida de peso.

Ma-Huang y Ephedrine: La droga efedrina, que es el componente principal de la hierba Ma huang, es un ingrediente importante en muchos suplementos nutricionales utilizados en la pérdida de peso. La efedrina acelera el metabolismo, estimulando la liberación de adrenalina en el cuerpo. La adrenalina acelera el metabolismo al estimular la liberación de glucosa en el hígado y libera la grasa almacenada en el cuerpo, aumentando la disponibilidad y utilización de glucosa y grasas para la producción de la molécula ATP (Adenosine triphosphate). (6) Lamentablemente, la adrenalina también puede tener efectos muy negativos en el cuerpo.

Varios estudios han demostrado que cuando se combina con la cafeína, la efedrina puede ayudar en general a la pérdida de peso en personas obesas debido a sus efectos suprarrenales. (2,5) Estas conclusiones son algo limitadas porque todos los individuos participantes eran obesos y no se utilizaron en ningún momento mediciones de composición corporal. Sólo el peso total del cuerpo y el índice de masa corporal (IMC) fueron utilizados como medidas. ¿Qué significa esta conclusión para aquellos que actualmente no se consideran obesos?  La respuesta es desconocida. Es probable que una combinación de efedrina/cafeína (todas las investigaciones han demostrado que la efedrina debe tomarse con cafeína para tener algún efecto de pérdida de peso) resultará en pérdida de peso total, pero se necesitan más investigaciones para determinar si su uso puede afectar negativamente la masa muscular.

No se necesitan más investigaciones para verificar que el uso de efedrina tiene efectos secundarios horribles, a menudo mortales. La FDA ha recibido más de 1400 informes de efectos secundarios adversos asociados con el uso de efedrina. Problemas médicos van desde la hipertensión arterial, pulso irregular, insomnio, nerviosismo, temblores y dolores de cabeza, a convulsiones, ataques cardíacos, accidentes cerebro-vasculares y muerte. (4)

Es altamente recomendable que productos conteniendo efedrina sean evitados debido a posibles efectos secundarios y resultados cuestionables. Si usted decide tomar efedrina, efectos secundarios pueden ser minimizados en primer lugar buscando recomendaciones de un doctor.

Caffeine: La cafeína es una droga que se utiliza con frecuencia en todo el mundo, generalmente por sus efectos estimulantes. La cafeína aumenta el estado de alerta, disminuye el esfuerzo percibido de ejercicio y disminuye el tiempo de reacción. La cafeína también tiene otro efecto sobre el cuerpo que pocos conocen y es que actúa como un quemador de grasa.

Trabaja aumentando la tasa de metabolismo de ácidos grasos y disminuyendo la tasa de metabolismo de los carbohidratos (glucosa) durante el ejercicio aeróbico. Cada estudio realizado sobre los efectos de la cafeína durante el ejercicio aeróbico que ha medido los niveles de glucógeno muscular, ha encontrado que el glucógeno se libera después de la ingestión de sólo 150 a 250 mg de cafeína. Un mayor incremento de la dependencia en la grasa y una disminución de la dependencia en glucosa y glucógeno se traducen en una mayor resistencia y un mayor tiempo para alcanzar el agotamiento en el ejercicio aeróbico. Además de esto, para una determinada cantidad de calorías utilizadas durante el ejercicio, más de estas calorías provendrán de la grasa corporal si se consume cafeína antes del ejercicio.

La cafeína también tiene efectos secundarios. A dosis elevadas (más de 15 mg/kg de peso corporal), puede producir un ritmo cardíaco más lento, hipertensión, nerviosismo, irritabilidad, insomnio y problemas gastrointestinales. (7) Además, es un diurético que bloquea la liberación de la hormona anti-diurética, esto hace que los riñones tengan que excretar más líquido de lo normal, pudiendo deshidratar el cuerpo. (9)

La cafeína es uno de los menos comercializados pero más eficaces "quemadores de grasa" disponibles. Realiza lo que pretende hacer el L-carnitine pero que no logra. Cafeína no ayuda a perder peso por sí sola, pero cuando se toma antes del ejercicio aeróbico, puede incrementar la quema de grasa y ayudarle a ejercitarse por más tiempo ya que retrasa el inicio de la fatiga. Cafeína no tendrá ningún efecto beneficioso sobre el ejercicio anaeróbico. Si utilizas la cafeína, por favor, utilízala con moderación y en pequeñas dosis. Hágase consciente de los efectos secundarios mencionados y consulte a un médico si sospecha de cualquier complicación.

Dieta Alta en Proteína / Baja en Carbohidratos: En años recientes muchos de los vendedores de dieta se han enfocado en dietas de alto valor proteico (más del 35% de calorías) y restringidos carbohidratos, como un medio para forzar al cuerpo a quemar más grasa. Los enfoques pueden variar con el vendedor, pero básicamente dicen que si su cuerpo no tiene carbohidratos disponibles para combustible, se quemará más grasa y por consiguiente se perderá más grasa corporal.

La verdad es que no hay ninguna evidencia científica para apoyar que esta teoría se traducirá en una mejor composición del cuerpo o  la perdida de grasa corporal. Es cierto que una gran cantidad de peso se perderá en forma de glucógeno (carbohidratos almacenados) que se agotaran en los músculos y el hígado, pero este peso provendrá de la perdida de agua y no de grasa. Esto no ayudará a la composición corporal o la salud en general.

También es cierto que el cuerpo descansara más en la utilización de ácidos grasos libres como fuente de combustible cuando se agote el glucógeno muscular, pero también el cuerpo dependerá mucho más de los aminoácidos (proteína) suministrados de la descomposición del tejido. (3) Entonces mientras que usted puede quemar más grasa, también se quemará más tejido muscular.

Además, individuos en una dieta restringida en carbohidratos tienen niveles más bajos de energía y menor tiempo para alcanzar la fatiga durante la rutina de ejercicios. (9) Esto significa que los entrenamientos probablemente se reducirán en tiempo y en intensidad.

Casi todos los científicos del deporte están de acuerdo en que quienes se dedican a realizar ejercicios con regularidad, necesitan más proteínas que lo recomendado por la RDA. Las investigaciones más recientes muestran que individuos envueltos en el entrenamiento de fuerza pesada necesitan 1.5 a 2.25 más cantidad que la sugerida por la RDA, es decir, .6 a.8 gramos de proteína por libra de peso corporal al día, siendo los atletas de resistencia un poco menos de esa cantidad. (9) Sin embargo, esta cantidad es mucho menos de los 35 a 40% de calorías provenientes de proteínas diarias, planteadas por las dietas “Ketogenic” (dietas alta en proteínas y baja en carbohidratos). No existe evidencia que este consumo bruto de proteína, con o sin una fuerte restricción de carbohidratos, haga algo beneficioso para el cuerpo.

La proteína adicional es posible que termine como grasa corporal almacenada al igual que el exceso de carbohidratos. Los temores que "carbs te harán gordo" básicamente son el resultado del intenso mercadeo por parte de los fabricantes de la Dieta Ketogénica. Carbohidratos todavía son y serán siempre la fuente de calorias preferida por el cuerpo.
El cuerpo y la capacidad general para el ejercicio, sufre sin la cantidad adecuada de carbohidratos. Hidratos de carbono, especialmente provenientes de fuentes complejas, es extremadamente improbable que terminen como grasa corporal almacenada incluso cuando se ingieran en exceso, siempre que el individuo ingiera la suficiente cantidad de  proteína y no se exceda en el consumo total de calorías. (8)


References:
1.     Armsey et al. (1997). Nutritional supplements: science vs hype. The Physician and Sportsmedicine. 25,6.
2.    Astrup et al. (1992). The effect and safety of an ephedrine/caffeine compound compared to ephedrine, caffeine and placebo in obese subjects on an energy restricted diet. Int J Obes relat Metab Disord. 16(4), 269-277.
3.    Clark, N. (1996). The power of protein. The Physician and Sportsmedicine. 24,4.
4.    Crabtree, J. Ma huang, the chinese herb used for weight loss- any danger? Health-Doc.com/healthysolutions/MaHuang.html.
5.     Daly et al. (1993). Ephedrine, caffeine and aspirin: safety and efficacy for treatment of human obesity. Int J Obes relat Metab Disord. 17, 73-78.
6.    Fox, S.I. (1996). Human Physiology, 5th ed. Wm. C. Brown Publishers.
7.     Hawley, J.A. (1998). Fat burning during exercise: can ergogenics change the balance? The Physician and Sportsmedicine. 26,9.
8.    Jequier, E. (1994). Carbohydrates as a source of energy. American Journal of Clinical Nutrition, 59, 682-685.
9.    Wilmore J.H., Costill, D.L. (1999) Physiology of sport and exercise, 2nd ed. Champaign Il, Human Kinetics.